Cada año es una oportunidad para comenzar de nuevo. Al iniciar el año, las personas hacen planes para ponerse en forma, perder peso, beber menos alcohol, dejar de fumar, salir de deudas, etcétera. No hay nada malo en enunciar tales resoluciones típicas de Año Nuevo.
Todos nos proponemos hacer cosas que después de cierto tiempo fallamos en sostener. La buena noticia es que cada año es una oportunidad para comenzar de nuevo, y de igual manera, también tenemos la oportunidad cada semana. De hecho, ¡cada día es una oportunidad para comenzar de nuevo! En la Biblia, las primeras tres palabras son: «…en el principio…»
Hoy es el principio de nuevos comienzos y de nuevas oportunidades.
Que este nuevo comienzo tenga como propósito acercarte más a Dios. Afronta el reto de leer la Biblia, desear su palabra y pasar tiempo con Dios, orar, ir a la iglesia; si lo haces, tu vida será bendecida.
Leamos lo que dice el libro de los Salmos en el capítulo uno.
Dichoso es quien no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los burladores, sino que en la Ley del Señor se deleita y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. Todo cuanto hace prospera.
Salmos 1:1-3
La promesa de Dios para tu vida es que si te deleitas en la Palabra de Dios y meditas en la Escritura noche y día, tu vida será bendecida.El foco de nuestra vida para este nuevo comienzo debería ser Jesús. La Biblia trata principalmente sobre él. No importa cómo te estés sintiendo ni qué errores hayas cometido; sus brazos están abiertos para recibirte.
En el Evangelio de Mateo, Capítulo 1, está la lista de los ancestros de Jesús, incluyendo personas pecadoras como Tamar, la prostituta Rahab, Rut la moabita de origen no judío, Salomón, concebido luego de la aventura amorosa que tuvo el rey David con Betsabé. Afortunadamente, Dios usa seres humanos pecadores y puede usarnos también. Sin importar cuál haya sido tu pasado ni lo quebrada que parezca tu vida en este momento, Dios puede usarte para obrar algo grande en tu vida.
El nombre «Jesús» significa «Él salvará a su pueblo de sus pecados». Cuando empleamos el nombre de Jesús, recordamos que nuestra mayor necesidad no es obtener felicidad ni satisfacción, sino recibir perdón. Por lo tanto, necesitamos un Salvador, y ese es Jesús.Toda la historia de la Biblia, las profecías y las promesas se completan en Jesús. Tu vida entera se completa en Jesús: tu trabajo, tu familia, tus relaciones, tus amigos, tus recuerdos y tus sueños.
No estás aquí por casualidad. El universo ha sido creado por Dios, estás hecho a su imagen. A pesar de fallar, Dios te ama y como buen padre no aprueba todo lo que hagas, Él te ama incondicionalmente. Solo debes aceptar su amor. Alguien dijo: «No voy a la iglesia porque sé que estoy actuando mal y estoy en pecado». No importa cómo esté tu vida, Dios espera que le busques con tus errores, debilidades y pecados. Jesús dijo que vino por los pecadores, no por los que se creen perfectos y santos.
Todos estamos rotos, defectuosos, con problemas y lastimados. Todos necesitamos el hospital de Cristo. Dios es tan bueno que recibe a cualquiera. Jesús compartió con el ladrón, la prostituta y personas que tenían situaciones difíciles. Que en este nuevo comienzo, tu plan sea buscar a Jesús.
Si te ha gustado este tema y deseas recibir a Jesús en tu corazón, haz esta oración: «Señor Jesús, te pido que me perdones, sé mi salvador y el Señor de mi vida, e invito tu presencia en mi corazón en este día.»
